Objetivos

OBJETIVOS DE LA FORMACIÓN EN LA EMPRESA

Si se considera el incremento de la productividad como el objetivo de la formación, ésta logrará que los cuadros formados colaboren eficazmente con los fines de la empresa llevando a cabo, de forma óptima, las tareas inherentes a su puesto, cumpliendo objetivos y obteniendo resultados. La empresa, en su conjunto, siempre debe resultar beneficiada de las acciones de formación mediante la obtención de una mejora global de carácter cuantitativo (económica) y cualitativo (social).

La formación empresarial no debe considerarse exclusivamente como un medio para hacer más manejable o rentable al factor humano. Una formación que beneficie únicamente a las variables cuantitativas, sin provecho social y personal para los individuos, además de contraria a la ética, estará condenada al fracaso. Algunas empresas enfocan su política de formación desarrollando programas y acciones en los departamentos o áreas en expansión donde los incrementos  del  rendimiento  son  fácilmente detectables. Pero es precisamente en aquellos departamentos o áreas en regresión o estancamiento donde se hace más necesario aplicar las acciones formativas.

Los problemas de actualización, adaptación y reconversión de gerentes, directivos y personal, tan frecuentes como necesarios en un mundo empresarial en continua y acelerada evolución, hacen urgentes, además de importantes, muchas acciones de formación.

La formación, el adiestramiento y el reciclaje profesional y humano preparan la promoción de quienes la reciben, entendiendo promocionar en el sentido más amplio del vocablo: desde el tradicional criterio de ascenso a una categoría superior hasta el aumento de la eficacia personal o el desarrollo de la dimensión humana. La promoción, cualquiera que sea su naturaleza, sin previa formación da resultados decepcionantes. Asimismo, la formación que no va acompañada de las posibilidades de aplicación inmediata de las capacidades, conocimientos o habilidades adquiridas se convierte en un contrasentido, ocasiona una importante frustración y diluye cuantas ventajas y beneficios aporta.

Por último, si consideramos la empresa como una célula de carácter social esto nos conduce a considerar un tercer objetivo de toda formación empresarial: adiestrar a su personal para dar un mejor servicio de calidad en la atención al cliente, a sus compañeros y a la Comunidad.